La mayor parte de los colorantes naturales son colorantes vegetales provenientes de plantas – raíces, bayas, cortezas, hojas y madera, y otras fuentes orgánicas como, por ejemplo, los hongos y los líquenes.
Los colores de la muy "coloreada" gama de rojos, marrones y naranjas, son los primeros en aparecer en diversas telas antiguas, que van desde el Neolítico hasta la Edad de Bronce, ubicados en el Levante mediterráneo, Egipto, Mesopotamia y Europa, las cuales precedieron a los azules, luego a los amarillos y a los verdes que se encontraron más tarde.